Tú me hicistes conocer tu Evangelio,
tú llenaste mi vida de luz,
tú rompiste ya toda cadena
que me ataba a este mundo infeliz.
Tú limpiaste mi vida completa,
perdonando a este pobre ser
que sin rumbo iba por la vida
buscando, buscando, un puro querer.
Hoy feliz yo puedo alabartecon cantos y música en mi corazón,
porque el querer que buscaba, buscando
felizmente lo he hallado a tus pies.Elena Oliviera